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Consejos para tu motor Diésel

Consejos para tu motor Diésel
18/04/2018

Una costumbre que se ha extendido en los últimos años ha sido la compra impulsiva de coches diésel, sea cual sea la necesidad. Esta práctica comenzó a extenderse  en el año 2000, cuando aparecieron motores diésel mejorados, con turbo y con consumos irrisorios, lo que se sumaba a la enorme diferencia de precio entre gasoil y gasolina, precio que casi se ha igualado, llegando en la actualidad, en el mejor de los casos, a una diferencia de 10 céntimos el litro.

Los motores diésel de última generación incluyen tanta tecnología y electrónica que una avería puede superar los 3.000 euros. Siguiendo nuestros consejos conseguirás evitar disgustos para ti y para tu bolsillo.

1 – Respeta el plan de mantenimiento. Respeta los intervalos y utiliza siempre recambios de calidad, que cumplan con las especificaciones indicadas, pues de lo contrario el motor podría sufrir averías y degradarse prematuramente.

2 – No detengas de repente el motor. No detengas el motor hasta que haya pasado en torno a un minuto. El aceite caliente acumulado puede carbonizarse en la turbina y sus conductos y eso terminará por romper el turbo.

3 – No apures el depósito. Las impurezas del carburante se acumulan en el fondo y, si lo apuramos, pueden pasar al sistema de alimentación. Esto puede afectar a los inyectores, a la bomba de inyección y al sistema de alimentación en general.

4 – No repostes si el camión cisterna está recargando los tanques de la gasolinera. Pueden entrar impurezas y humedad, procedente del carburante o de los tanques, y esto dañará el sistema de inyección. Las estaciones de servicio tienen prohibido vender carburante hasta que haya transcurrido una hora desde la recarga de sus tanques.

5 – Vigila nivel de aceite. Llevar un nivel de aceite muy bajo provocará serias averías, pero llevar demasiado aceite también puede dañar el turbo o reventar manguitos por un exceso de presión. Para evitarlo, revisa el nivel una vez al mes con el motor frío y en llano, y asegúrate de que se encuentra entre el máximo y el mínimo. Si fuese necesario rellenar, emplea un aceite igual al utilizado en la última revisión.

6 – Espera 10 segundos a que el motor se caliente. Si el motor está frío, espera unos 10 segundos a ralentí antes de comenzar a circular. En este tiempo el aceite habrá comenzado a lubricar todo el motor. No aceleres a fondo ni superes las 2.500 rpm hasta que el indicador de temperatura del motor marque su temperatura normal, unos 90ºC. Evitarás el desgaste interno de las piezas del motor y con ello aumentarás su vida útil.

7 – Purga el filtro de gasoil. El filtro de gasoil cuenta con un sistema para filtrar la humedad que contiene el carburante. Si esa humedad llegase al sistema de inyección dañaría la bomba de inyección o los inyectores. Por eso, cuando revises tu coche, pide que lo purguen.

8 – Sustituye los filtros de forma programada. Cambia el filtro de gasoil y el de aire cuando lo indique el fabricante del vehículo. Reducirás las posibilidades de que entren impurezas al sistema de inyección.

Por último te invitamos a que dejes tu vehículo siempre en manos de un experto y evites los talleres ilegales que no ofrezcan garantía y no cumplan con las normas e impuestos que marca la ley. 

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